En Italia, 4 de cada 10 mujeres están al frente de cooperativas sociales
07 dic 2015
La cooperativa se encuentra entre los tipos de empresa que cuenta con un mayor número de mujeres en puestos directivos en Italia: un 23% frente al 16% en otro tipo de empresas. La media de cooperativas dirigidas por mujeres ha aumentado un 5% desde 2008. Las mujeres al timón son principalmente las cooperativas sociales, 4 de cada 10. Notable también las cooperativas que dirigen actividades culturales y turísticas, donde las cooperativas dirigidas por mujeres son 1 de cada 5, según las conclusiones del evento “Entrelazar el cambio: Escenarios de acción de compromiso”, organizado recientemente por la Comisión de mujeres líderes cooperativistas de la Confederación italiana de cooperativas, Confcooperative.
El número de mujeres también está creciendo entre los socios y empleados de las cooperativas. De 2005 a 2014 las mujeres socias han pasado del 37% al 41%. Aún más impresionante es la presencia entre los empleados, donde, durante el mismo periodo, las mujeres han pasado del 57% al 61%.
El sector social es el primero también en cuanto a participación femenina: representan el 65% del total de socios, frente al 55% de las cooperativas de consumo y el 46% de las cooperativas sanitarias. En cuanto a las empleadas, son algo menos de dos tercios (72,5%) de toda la mano de obra empleada por las cooperativas sociales.
Avanzar en la igualdad de género: la vía cooperativa Según el informe de la ACI-OIT “Avanzar en la igualdad de género: la vía cooperativa” publicado este año, las cooperativas son más eficaces a la hora de proporcionar desarrollo local, riqueza comunitaria, inclusión social, empoderamiento de las mujeres e igualdad de género.
En Europa y Norteamérica, los entrevistados informaron de logros en materia de igualdad de género, especialmente en las cooperativas sociales y en el sector financiero.
El papel de las cooperativas de trabajo asociado, las cooperativas sociales y las cooperativas de productores aparece claramente a la hora de subrayar cómo se benefician las mujeres de la creación de una cooperativa: acceden a puestos de trabajo y al autoempleo. Además, algunas cooperativas tienen como objetivo específico emplear a mujeres desfavorecidas por factores como la pobreza, la violencia de género y el acceso limitado a la educación y la formación. Esto amplía la inclusión a las mujeres más marginadas.
Incluso en sectores tradicionales como la asistencia social, las cooperativas han surgido como un modelo en el que colman las lagunas entre lo que necesitan las comunidades y lo que ofrecen los gobiernos. Según el informe, las cooperativas prestan una amplia gama de servicios, desde guarderías para niños hasta asistencia a domicilio para ancianos en países tan diversos como Italia, Turquía y Japón.